OPINIÓN: Debate Electoral TV3

19.11.2012 03:05

 

Dice el proverbio chino que más vale una imagen que mil palabras, o literalmente que más vale ver una sola vez que oír cien veces. Eso mismo intenté ayer noche al poner la televisión pública catalana; quedarme con las impresiones que daban los políticos ayer y sólo ayer en el debate, centrándome en la defensa a sus partidos y a sus ideologías y sentimientos.

Bolígrafo, papel y Twitter en mano. Por delante: más de dos horas de debate electoral...

 

A falta de una semana para las elecciones del próximo domingo, en el debate de ayer en TV3 participaron los líderes de los siete partidos con representación parlamentaria: Artur Mas (CiU), Pere Navarro (PSC), Alícia Sánchez-Camacho (PPC), Joan Herrera (ICV-EUiA), Oriol Junqueras (ERC), Albert Rivera (C's) y Alfons López Tena (Solidaritat). El debate estaba moderado por el presentador y periodista Ramon Pellicer.

En primer lugar, el actual presidente de la Generalitat, Artur Mas pareció querer encontrar una solución conjunta con el PPC y el PSC, teniendo en cuenta que son los dos partidos mayoritarios en el Congreso. No obstante, se le notaron ciertos 'aires' de superioridad respecto a los otros candidatos. Navarro no se mojó demasiado, manifestó el mal estado del partido, la ambigüedad de sus decisiones y se ofreció para negociar con Mas e ir de la mano, olvidándose al parecer, de que independencia y federalismo no son símiles. Por otra parte, Joan Herrera defendió los derechos sociales y antepuso la crisis económica como principal preocupación de la izquierda. Sinceramente lo vi muy “en su mundo de colorines”.

Oriol Junqueras fue más precavido, ordenado, razonable, tranquilo, pero sin conseguir dejar KO a CiU, la principal oposición. Algo raro, ya que dio la sensación de un posible pacto de no-agresión para un futuro gobierno conjunto. Albert Rivera diría que fue junto a Junqueras, el que mejor parado salió del debate. Aunque posiblemente no dijo lo que realmente piensa y estuvo más moderado que de costumbre. Defendió el sentimiento catalán y español al mismo tiempo y denunció la corrupción y los puestos de trabajo “de confianza”, un problema que parece un tabú tapado por los demás partidos. Además, en estas elecciones, Ciutadans probablemente sea la vía de escape de los votantes de derechas, contrarios al separatismo y descontentos con el PP, ejerciendo así, de “chupa-votos” del PPC. Esta situación y la gestión del gobierno Rajoy, pesaron mucho a Alicia Sánchez-Camacho, quien se limitó a criticar el proceso separatista y a buscar consecuencias “nefastas” en un hipotético caso de independencia, sin dejar de criticar el momento del PSC y las decisiones de Mas. Sánchez-Camacho actuó más de 'criticona' que de política. Acabó el debate y no supe la intención de la líder del PPC. Por último, el candidato del SI, López-Tena, con su pin de la estelada catalana, no supo ganarse el voto, tan solo supe que apostaba por la independencia y que denunciaba el “robo” económico que sufre Catalunya.

 

A.E.

Fuente propia

Fotografía: Google.es